Alguna vez un amigo, mirando los estantes de mi biblioteca, dijo que era ecléctica. Más bien creo que la descripción adecuada sería la de Cambalache… “la biblia junto al calefón”.

Tengo volúmenes maravillosos mezclados con títulos infames, productos, estos últimos, de críticas compradas, malas recomendaciones o compras impulsivas… la razón es lo de menos, ahí están, compartiendo espacio con aquellos que quiero heredar a mi hija.

Soy de las que no creen que un libro sea sagrado. Soy de las que los subrayan (aunque eso sí, siempre con lápiz, jamás con fibra), de las que los prestan (y a veces no los recuperan). Y soy, fundamentalmente, una compradora y lectora compulsiva.

Mi deseo es compartir, a través de este blog, pasajes –esos que subrayo compulsivamente- que me han llegado al alma, por buenos, maravillosos, crueles, tristes, alegres…

Párrafos llenos de vida…